Ya aqui les dejo el reportaje para q basureen el viejo y weveen xD
Es una historia real que debemos respetar xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD! .
La verdadera historia del hombre del saco.
Se trató de Francisco Leona, un curandero que “sanaba” a las personas metiendo a niños en sacos y asesinándolos.
Es probable que desde niños nos hayan dicho que si no nos comíamos toda la comida o si no nos portábamos bien, iba a venir el viejo del saco y nos iba a robar. Claramente que después de crecer, tales amenazas seguramente se transformaron en un mero chiste, pero queremos advertirles que este mítico personaje, protagonista de nuestras peores pesadillas infatiles, efectivamente existió en la realidad.
Su nombre era Franciso Leona, un español, completamente desquiciado y que asesinaba niños y los metía en un saco.
El asesino detrás del curandero
Francisco Leona vivió en Gádor un municipio ubicado en Almería, en Andalucía, España, a principios del siglo XX. Si bien oficialmente era barbero, este hombre también ejercía como curandero.
Según cuenta la historia, un día Francisco Ortega, apodado también como “el Moruno” estaba gravemente enfermo de tuberculosis, y como ningún medicamento le había hecho efecto, decidió acudir en busca de la ayuda de una curandera. Fue así que llegó hasta Agustina Rodríguez, sin embargo, esta mujer, al darse cuenta que no sabía cómo abordar el caso, mandó a Francisco a hablar con Leona.
Y resulta que Leona, quien ya tenía antecedentes criminales, a cambio de una cierta cantidad de dinero, le entregó su remedio más preciado: sangre de niños. De acuerdo a su particular tratamiento, la única forma que había para sanarse era bebiendo este líquido vital de infantes sanos, pero la gracia era que fuera fresca, es decir recién extraída del cuerpo.
Como Ortega estaba desesperado por sanarse, accedió a esta locura, es por esto que Leona le ofreció encargarse de conseguir a un niño adecuado para la “sanación”. Ahora, el modo operandi de este hombre, no era llegar y asesinar a cualquier infante, ya que eso podría ser un acto criminal más fácil de investigar, por lo raptaba a algún niño perdido, así su desaparición pasaba más desapercibida.
En esta oportunidad para facilitar la tarea, le encomendó a Julio Hernández, el hijo de la curandera Agustina, que lo ayudara. Luego de buscar y buscar, encontraron a un pequeño e inocente candidato perfecto para dar rienda suelta al escalofriante ritual.
Edicion por zero.
Fuente original: Terra.cl
Saludos.
Es una historia real que debemos respetar xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD! .
La verdadera historia del hombre del saco.
Se trató de Francisco Leona, un curandero que “sanaba” a las personas metiendo a niños en sacos y asesinándolos.
Es probable que desde niños nos hayan dicho que si no nos comíamos toda la comida o si no nos portábamos bien, iba a venir el viejo del saco y nos iba a robar. Claramente que después de crecer, tales amenazas seguramente se transformaron en un mero chiste, pero queremos advertirles que este mítico personaje, protagonista de nuestras peores pesadillas infatiles, efectivamente existió en la realidad.
Su nombre era Franciso Leona, un español, completamente desquiciado y que asesinaba niños y los metía en un saco.
El asesino detrás del curandero
Francisco Leona vivió en Gádor un municipio ubicado en Almería, en Andalucía, España, a principios del siglo XX. Si bien oficialmente era barbero, este hombre también ejercía como curandero.
Según cuenta la historia, un día Francisco Ortega, apodado también como “el Moruno” estaba gravemente enfermo de tuberculosis, y como ningún medicamento le había hecho efecto, decidió acudir en busca de la ayuda de una curandera. Fue así que llegó hasta Agustina Rodríguez, sin embargo, esta mujer, al darse cuenta que no sabía cómo abordar el caso, mandó a Francisco a hablar con Leona.
Y resulta que Leona, quien ya tenía antecedentes criminales, a cambio de una cierta cantidad de dinero, le entregó su remedio más preciado: sangre de niños. De acuerdo a su particular tratamiento, la única forma que había para sanarse era bebiendo este líquido vital de infantes sanos, pero la gracia era que fuera fresca, es decir recién extraída del cuerpo.
Como Ortega estaba desesperado por sanarse, accedió a esta locura, es por esto que Leona le ofreció encargarse de conseguir a un niño adecuado para la “sanación”. Ahora, el modo operandi de este hombre, no era llegar y asesinar a cualquier infante, ya que eso podría ser un acto criminal más fácil de investigar, por lo raptaba a algún niño perdido, así su desaparición pasaba más desapercibida.
En esta oportunidad para facilitar la tarea, le encomendó a Julio Hernández, el hijo de la curandera Agustina, que lo ayudara. Luego de buscar y buscar, encontraron a un pequeño e inocente candidato perfecto para dar rienda suelta al escalofriante ritual.
Edicion por zero.
Fuente original: Terra.cl
Saludos.